La casa señorial, situada en un lugar céntrico pero tranquilo, deleita a sus huéspedes con su atmósfera histórica y moderna. Desde las ventanas de los apartamentos, se puede contemplar el jardín bien cuidado, donde prosperan plantas y flores. El edificio histórico emana una cierta tranquilidad que se transmite a los huéspedes, permitiéndoles sumergirse en tiempos pasados. La acogedora sala de billar invita a los huéspedes a quedarse, ofreciendo la oportunidad de hojear libros antiguos o simplemente relajarse con una copa de vino. Los elementos históricos de la residencia, como los muebles antiguos y las pinturas en las paredes, cuentan historias del pasado y le dan al alojamiento un toque muy especial. Gracias a la atención personal del personal, los huéspedes se sienten como en casa y pueden dejar atrás el estrés cotidiano.